En la casa de Eva y Omar Noria se reunió ese grupo barrero al que pertenecen Joaquín, Jesús, Carlos, Rafael, Javier, Eduardo y Pablo. Cuentos calientes, chismes feroces, adrenalina y relámpagos de ciencia política... ( Sieyes y Maquiavelo se excusaron, la censura y la Inquisición no fueron invitadas) ) . Al cordero, con toda su carga bíblica lo sazonó Eva sabiamente, mientras Fray Joaquín condujo la ceremonia por los caminos del barranco que culminó en el Juan Sebastian Bar, casi al amanecer.
1 comentario:
Caro amigo: Eva y su asiduo comensal agradecemos desde nuestros liberales corazones esta exposición pública que nos hace tan feliz porque por fin un cordero ha hecho de las suyas, dejándonos libres del pecado de la gula y exitando a politólogos y otros académicos a pecar, luteranamente, en un reformista bar donde la música sacra tiene sabor a jazz y lujuria.
Devoto amigo:
O.N.
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